-"Canallada" de Adrian Gonzalez-

San Lorenzo 2 Rosario Central 1

La reconstrucción de San Lorenzo, ahora sí, está en marcha. Se ajustan las piezas, se acomodan los nombres, se afina la puntería, cada estante vuelve a su sitio, meses después del show mediático, de Ramón, del Centenario y más de un exceso llamativo.

La reconstrucción de San Lorenzo, mientras se resuelven algunos malabares económicos, mientras la tesorería ansía un respiro, se acomoda con Miguel Russo como el capitán de un barco que busca su destino de grandeza.

La reconstrucción de San Lorenzo tiene algunos vicios pasados: los grupos económicos respaldan las adquisiciones de jugadores de jerarquía, que no siempre exponen su mejor versión.

Al fin de cuentas, no son una garantía de efectividad y categoría en cada presentación. Por ello, en esas tardes en las que el triunfo debería ser una lógica consecuencia de una superioridad incuestionable, cuando se aguarda el salto de calidad de los mejores apellidos, surgen los otros, los actores de reparto, los que tantas veces suelen disfrazar la realidad con armas más simples. Corazón, pertenencia y, en el caso de Adrián González, una excelente pegada. Es que, mientras San Lorenzo suma figuras, gana, se consolida como candidato y, por algunas horas, se sube a la cima, aparecen los apellidos del silencio que resuelven desarrollos complejos, que no deberían serlo. Por capacidad individual y colectiva, San Lorenzo es demasiado para Rosario Central, un conjunto con nombres sugerentes y una llamativa capacidad de pegar y de cortar el juego con brusquedades más propias de jugadores mezquinos.

Sin embargo, a San Lorenzo le costó. Cuando selló el 2-1 frente a Central, con los dos tiros libres de González, se mostró su mejor versión, con algunos pasajes de buen juego. Así, con una saludable propuesta ofensiva, mezclada en el desorden, con figuras de jerarquía -ayer, apagadas- y segundos apellidos con hambre de gloria, que conocen ese sentimiento de ser parte de la casa, el Ciclón sabe que puede. Que debe aspirar en grande, destrozada la oportunidad internacional de la Sudamericana.

Por eso, los nervios y la ansiedad lo superaron cuando, a los 12 minutos, Zelaya y Equi González ensayaron una gran jugada, que finalizó con el remate del N°10 directo al palo y, en el rebote, el oportunismo de Danelón para abrir el marcador y la sorpresa.

Su mejor virtud, esa que muestra con los avances por las bandas, se convirtió, por momentos, en una pesadilla: González y Torres, primero y Rivero y Barrientos, después, avanzaron tanto por los costados como inútiles resultaron sus envíos. El exceso de centros, sin embargo, no agigantó a Central, que se retrasó y pegó demasiado. En una de las tantas infracciones excesivas, González descubrió el 1-1. En otra, Adrián -esta vez, con la complicidad del arquero Broun-, encontró la victoria. Y, a partir de allí, surgió lo mejor.

Dos o tres acciones colectivas con respaldo a futuro. Hasta el ingreso de Santiago Solari despertó entusiasmo, con algún lujo lanzado hacia adelante. San Lorenzo así se reconstruye. Con un esquema que se afirma. Con las figuras, aunque anoche apagadas. Y con los viejos conocidos de siempre, como González, que demuestran que los actores de reparto se merecen, como pocos, las luces del éxito.

• El Ciclón sufrió un gol luego de 254 minutos
  El tanto de Alexis Danelón, que abrió el score para Rosario Central, no sólo cortó la racha negativa rosarina, sino que finalizó una buena marca de Agustín Orion, que volvió a recuperar su mejor versión. Hacía 254 minutos que no le convertían goles.

LO NEGATIVO:
Una muy mala actuación de Collado; mostró 10 tarjetas

Javier Collado dirigió mal: amonestó a diez jugadores (siete, de Rosario Central) y, de esa manera, no frenó el juego brusco del equipo rosarino. Además, ignoró un penal de Broun, el arquero, a Romeo.

LO DESTACADO:
Central cortó una serie de 322 minutos sin convertir

Rosario Central no gana desde la primera fecha, cuando venció a Estudiantes por 3 a 2. Al menos, anoche, cortó una serie de 322 minutos sin marcar goles.

LO POSITIVO:
Santiago Solari demostró su clase en apenas 24 minutos

Santiago Solari hizo su presentación en San Lorenzo: reemplazó a Pablo Barrientos a los 21 minutos del segundo tiempo. Tuvo momentos de muy buen nivel, con un par de lujos, centros y avances profundos por el sector izquierdo. "El fútbol argentino está tan duro como siempre", dijo.

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